© Ralph Feiner
Este sorprendente conjunto de volúmenes cúbicos construidos con gruesos muros de ladrillo visto es una reinterpretación del concepto de fortaleza medieval. Sin embargo, en este edificio teñido de emociones sugeridas por el uso de la fábrica, también subyace una intención mucho más prosaica, la del aprovechamiento de la capacidad de acumulación de los muros masivos que, combinada con un sencillo pero ingenioso sistema de calefacción, permite un elevado ahorro energético.
El muro de fábrica vista, de cincuenta centímetros de grosor, ejecutado con piezas macizas de ladrillo klinker, marca el carácter tanto del aspecto exterior como del espacio que encierra.