© Werner Huthmacher
El complejo deportivo, cuyos dos volúmenes principales albergan, respectivamente, piscinas y velódromo, se ubica en un solar rectangular situado en el límite oriental del distrito Prenzlauer Berg, flanqueado por dos importantes ejes de comunicaciones: al oeste, la Landsberger Allee; al este –sobre estas líneas– las vías del ferrocarril suburbano (S-Bahn) y de la línea principal.
En 1992 Berlín aspiraba a convertirse en sede olímpica del año 2000. Con este motivo fue convocado un concurso para la construcción de un nuevo complejo deportivo en la capital alemana. La ciudad vería fustradas sus expectativas, pero el proyecto ganador ha cristalizado en un conjunto presidido por las cubiertas de sus dos ámbitos principales. Concebido como un espacio central de colosales dimensiones, el velódromo ha sido la primera de las piezas terminadas; prácticamente enterrado, de él sólo sobresale una cubierta cilíndrica de 142 metros de diámetro resuelta con una estructura radial de vigas trianguladas de acero apoyadas sobre soportes de hormigón. La elementalidad de su geometría y el tejido de acero inoxidable que constituye la piel exterior, convierten al edificio en un enigmático "disco" posado sobre Berlín.