© Adrià Goula
El edificio de oficinas Plug-in se encaja entre las medianeras de un solar pasante del barrio 22@ de Barcelona. Sus interiores se inundan de luz natural gracias al dominante cerramiento acristalado y a los tres patios encañonados, cuyas múltiples facetas generan un rico juego de reflejos. Los treinta boxes de oficinas se apilan en tres bloques paralelos, planteados como ‘esqueletos equipados’. Las sutiles variaciones de sus alineaciones obligan a una interesante, aunque poco evidente, solución estructural.
Los planos de cerramiento se pliegan generando multitud de situaciones diversas y gestos como el del extremo norte, donde el pliegue de la envolvente genera un gran voladizo de 5,5 m sobre el pasaje lateral.