© Luis Asín
Un diagrama con nueve variaciones de la planta del centro multiusos de Viladecans refleja el entendimiento de María Fraile y Javier Revillo de un edificio definido por la indeterminación de su programa, y una voluntad, constante en su trabajo, de aproximación a un tipo de espacio arquitectónico neutro, generado desde la flexibilidad espacial y la indiferenciación funcional. Este espacio vacío, indeterminado y disponible se construye a través de sus límites. Las envolventes que lo encierran y delimitan integran en su interior la estructura, los elementos de compartimentación y las instalaciones.
Cada módulo espacial del edificio tiene su propia unidad de climatización, lo que permite el funcionamiento de los distintos sectores de forma autónoma, adaptándose así a las distintas necesidades de uso.