© Leopoldo Alonso Lamberti
Fruto de un concurso promovido por la Diputación de A Coruña para dotar a pequeños municipios de instalaciones deportivas, este proyecto plantea un modelo con voluntad de repetición, capaz de adaptarse a diversos lugares. Un poderoso zócalo de hormigón delimita una serie de volúmenes generados en torno a patios y sobre él se posa una gran caja de madera. Madera que deja su huella sobre el hormigón y que, en un juego de equívocos, también envuelve el espacio interior de la piscina.
Vacíos y llenos se ajustan dentro de un límite geométrico duro y preciso, materializado en hormigón, siguiendo un orden inevitable fruto de la lógica constructiva.