Como un deseo antiguo, la arquitectura busca la piel idónea para un cuerpo que cada vez es más ágil y dinámico. Han sido necesarios muchos años de avances y retrocesos para definir una técnica de fachadas ligeras que protagoniza algunas de las imágenes arquitectónicas más características del siglo XX.
Abadía de Westminster. Capilla de Enrique VII.