El hombre construyó siempre con lo que tuvo a mano: barro, piedras, árboles, en sus primeros tiempos.
Con su imaginación inventó materiales nuevos y los usó: fundió y elaboró metales, los forjó y laminó, inventó hormigones, los pretensó, inventó estructuras y olvidó los pesados muros, soñó y alcanzó la posibilidad de cerramientos inverosímiles, muros cortina...
Claro, añadió el transporte. Lo que fabrica aquí puede usarse allá.
Los cerramientos de paneles de chapas metálicas con aislantes plásticos permiten nuevas soluciones. Piensa el hombre con un sentido de liberación respecto a los grandes macizos y a los grandes pesos.
Así, liberado, podría olvidarse hasta de la Arquitectura heredada.
Los cambios de estilos arquitectónicos fueron siempre culturales. Hoy son materiales; únicamente los nuevos materiales nos permiten hacer nuevas arquitecturas.
Alejandro de la Sota