© César San Millán
El proyecto para la Facultad de Ciencias Sociales de Pamplona presenta una muy sugerente paradoja, por un lado es un edificio claramente determinado, muy contundente y nada dubitativo y por otro es la luz, la antimateria se podría decir, la que ha generado los espacios, los volúmenes, los recorridos de este ejemplo de sólida arquitectura.
Los huecos abiertos en las fachadas enfatizan el espesor de los muros: horadándose como troneras o tensando la superficie de los volúmenes mediante las chapas metálicas que protegen las aperturas.