Este número de Tectónica contempla un primer análisis de la rehabilitación. Se adentra únicamente en las reparaciones o intervenciones en la estructura del edificio, teniendo en cuenta que es difícil definir en dónde la estructura deja de serlo para convertirse en otros elementos.
Este es un análisis fundamentalmente técnico en el que no se intenta adentrar en los criterios de intervención. No analizamos lo que es necesario conservar así como tampoco si la actuación debe disimularse o bien debe manifestarse evidenciando su novedad.
Se trata de intervenir sobre un edificio existente que merece la pena su conservación, bien sea por razones históricas, estéticas, o económicas; un edificio que, por supuesto, ha sufrido daños y necesita una reparación para seguir con su prolongada vida.
Al plantear el tema de la rehabilitación de la estructura estamos incidiendo en la parte de mayor entidad de un edificio. Sobre la estructura gravitan todos los problemas, pero en mayor medida los causados por el agua, los movimientos del edificio y también los daños debidos a otros ataques: químicos, bacteriológicos, etc.
Las estructuras de los edificios a reparar tendrán, en su mayoría, condiciones de construcción distintas a las usuales hoy en día. En ocasiones las técnicas de trabajo han desaparecido y se han perdido las enseñanzas que se transmitían de generación en generación por vía oral y práctica y, en otros casos, esas técnicas son económicamente imposibles de llevar a cabo.
Se debe, entonces, abordar el tratamiento desde la sensatez, sabiendo que la gran tecnología, al igual que en la medicina, tan sólo debe llegarse a usar en casos excepcionales. Los materiales o los sistemas deben ser compatibles para impedir que se produzcan rechazos entre lo nuevo y lo viejo, no sólo visuales sino, y en especial, reacciones químicas, de movimiento, etcétera y, por tanto, deberán buscarse técnicas similares a las iniciales, a no ser que se demuestren inconvenientes.
En la monografía hemos querido incidir tanto en los problemas de los muros de carga, arcos y bóvedas, como en las estructuras madera, en las de hormigón y también en las de acero. Para completar este análisis, los proyectos elegidos reflejan esta diversidad e incorporan un ejemplo de actuación sobre un edificio moderno.
Se ha procurado tratar con suficiente entidad la intervención sobre la arquitectura contemporánea y separarla en la medida de lo posible de los criterios que se han establecido para arquitecturas anteriores. Estamos en un momento en el ya han tenido lugar rehabilitaciones de la arquitectura moderna y en el que restan todavía muchas actuaciones sobre obras significativas del siglo XX; arquitecturas, en muchos casos, arriesgadas en las que no es fácil la incorporación de soluciones que permitan aumentar sus condiciones de habitabilidad hacia los estándares actuales y, al mismo tiempo, solucionar, en muchas ocasiones, auténticos experimentos constructivos. Muchas de las soluciones que se pueden manejar para resolver los problemas de los edificios contemporáneos pueden provocar alteraciones excesivas que hagan irreconocible el edificio original.
Con el convencimiento de que es con sentido común como hay que enfrentarse a un proyecto de rehabilitación y de que el estudio de caso por caso es la única forma de emprender esta difícil tarea, el artículo de los arquitectos Anna y Fernando Ramos, en el que no se dan recetas sino que trata de transmitir principios, y el dossier, con las soluciones más prácticas y novedosas que hemos seleccionado de las muchas encontradas, creemos podrán ser de ayuda a quien acometa una obra de esta naturaleza.