La fachada suroeste se protege del fuerte soleamiento mediante un sistema de agua pulverizada y la envolvente de lamas metálicas orientables, dispositivo que debe seguir pautas distintas en verano e invierno. El proyecto incluye una monitorización automatizada para asegurar su correcto funcionamiento.
David Mimbrero © Tectónica
El aire entra por la banda inferior practicable de la fachada suroeste atravesando una lámina de agua con nube de agua pulverizada. El aire, ya en el interior, circula y se eleva por convección y sale por las rejillas superiores de ventilación.